La uva es el fruto de la vid, de ella, tras un laborioso proceso en el que no sólo interviene la técnica sino también la pasión por un trabajo bien hecho, nace un preciado líquido que ha dado satisfacción y placer al género humano a través de los siglos: el vino.
Tierra, sol, su parte de agua y un clima apropiado, forman parte de los factores primordiales para conseguir una buena uva, hasta aquí podemos hablar de Viticultura. Después de la vendimia entra en escena el factor humano con su papel más importante, la transformación controlada del zumo de los racimos en vino, y los cuidados esenciales para la estabilidad de este. La fermentación alcohólica se hace posible por la presencia de levaduras, alimentándose de una parte de los azúcares de la misma uva, proliferan rápidamente segregando enzimas que descomponen los azúcares restantes en cantidades más o menos equitativas de alcohol y gas carbónico este proceso es conocido con el nombre de Enología.
martes, 27 de marzo de 2007
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